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Los giros inesperados de la vida también pueden ser oportunidades para tomar impulso.

Bogotá, noviembre de 2024.
 

Jessica Peña: el dulce encanto que resplandece

 

Cada sábado y domingo, a las siete de la mañana, las manos de la mujer que más sabe de fresas en Ginebra, Valle, seleccionan con cuidado las fresas orgánicas de mejor calidad, provenientes del Cauca. Con ellas, Jessica Peña Noreña prepara sus famosos postres que la gente ama y recomienda. Sus mermeladas artesanales para las obleas, la chantilly casera de los merengones y sus fresas con crema tres leches son algunas de las delicias que le han dado su estrella en el Pasillo de los Dulces. Jessica, creadora de Dulce Encanto, es un ejemplo de amor y determinación, en el camino del emprendimiento.

 

El origen de un sueño

 

Hace poco más de dos años, un accidente que le lesionó la mano derecha cambió por completo el rumbo de Jessica. Después de mucho tiempo ejerciendo como esteticista, supo que ya no podría seguir en ese camino. Con tristeza, cerró su spa en Buga, pero, en lugar de rendirse, miró hacia adelante. El amor por los postres, una pasión que la acompañaba desde siempre, se convirtió en la clave para su reconstrucción. “Es mi lenguaje de amor, la forma en la que consiento a las personas que más quiero. En cada celebración familiar, mis postres siempre están presentes”, cuenta.

Con los primeros pedidos de familiares y amigos, y $50.000 pesos prestados, Jessica y su esposo tomaron la decisión de emprender. “Al principio solicité el permiso para vender en el parque, pero me lo negaron. Quería un local, pero no tenía dinero para el alquiler. Fue entonces cuando una señora que se mudaba de la ciudad me ofreció su puesto en el Pasillo de los Dulces, justo en la entrada de Ginebra. Ella me dijo que podía usarlo una semana sin pagar, para que tuviera tiempo de conseguir lo necesario. Así comencé, con una mesita, 10 vasitos de fresas y unas botellas de vino de una amiga productora que me ayudó a que el puesto no luciera tan vacío”.

Desde ese primer fin de semana, Jessica tuvo éxito. Los pedidos comenzaron a aumentar y, con el tiempo, su marca se posicionó en el mercado, ganando un lugar en el corazón de sus clientes.

 

Marca personal

 

Para Jessica, ser emprendedora significa ofrecer lo mejor a sus clientes y preparar cada receta con amor y dedicación. Siempre en busca de la mejora constante, realiza pruebas con sus clientes para ajustar sus productos y hacerlos mejores. Aunque reconoce que no ha sido un camino fácil —y que ha enfrentado copias de su imagen y sus productos— su determinación y la calidad de sus delicias le han permitido mantener su lugar en el mercado.

Su sueño con Dulce Encanto es generar suficientes ganancias para agradecer a sus padres y a su abuela todo lo que han hecho por ella, dándole una buena educación y preparándola para la vida. El apoyo incondicional de su esposo ha sido clave en este proceso. “Mi consejo para otros emprendedores es que no tengan miedo. Vale la pena, es un camino lleno de aprendizajes, donde las adversidades pueden ser superadas y donde siempre se puede salir adelante”.

A lo largo de su recorrido, Jessica participó en la IV edición del Bootcamp de Marketing Digital #ConectaMujeres, organizado por la Fundación Telefónica Movistar, junto a emprendedoras de Ecuador, Chile, Colombia, Perú y México. Como una de las ganadoras en la categoría colombiana, esta experiencia le brindó herramientas clave para su crecimiento. “Fue un gran impulso. Me ayudó a enfocarme y a reconocer áreas de mejora. Gracias al Bootcamp, decidí construir una identidad de marca sólida y entendí la importancia de tener presencia en el mundo digital”.

 

Transformación y expansión

 

Dulce Encanto atraviesa una etapa de transformación. Sus colores rosados comienzan a fusionarse con un vibrante rojo que gana fuerza, mientras su presencia en redes sociales y grupos de WhatsApp sigue creciendo día a día. Jessica sigue brillando con el mismo entusiasmo. “Cada día agradezco a Dios por la oportunidad de tener mi propio negocio. Comienzo cada jornada con la mejor disposición. Lo más gratificante es ver la expresión de felicidad de las personas al probar mis postres y mi mayor logro ha sido el posicionamiento de mi marca”.

Jessica Peña es un claro ejemplo de que los giros inesperados de la vida también pueden ser oportunidades para tomar impulso. Nos enseña que las metas y los sueños se alcanzan con trabajo en equipo, pasión y mucha perseverancia.

El Bootcamp de Marketing Digital #ConectaMujeres tiene como objetivo formar y orientar a mujeres emprendedoras, para que desarrollen las competencias digitales más demandadas en el mercado laboral y ayudarlas a hacer crecer sus negocios, mediante herramientas digitales.

Un camino de superación y emprendimiento
Un camino de superación y emprendimiento