En un momento en donde la tecnología y la digitalización conviven en nuestro día a día, vivimos en una época marcada por la inteligencia artificial, los algoritmos, los datos, las nuevas tecnologías y las políticas de gobierno que tratan de adaptarse a los cambios veloces a los que nos enfrentamos como país y como sociedad, en todo el continente.
En este contexto, la primera edición del informe Sociedad Digital en Latinoamérica 2020-2021 aparece en uno de los momentos más difíciles de la historia reciente de la humanidad. Y lo hace siguiendo el modelo de los informes que han venido plasmando la evolución de los principales indicadores de la transformación tecnológica en España. En esta primera edición, el informe ha realizado una imagen del grado de evolución digital en cada país: del uso de las diferentes herramientas, la extensión de las redes que las conectan y los efectos que unas y otras van generando en la economía, la educación o la vida cotidiana de las personas.
Nos muestra la necesidad que tenemos como país de profundizar en el proceso de digitalización. Ya que, como fue demostrado durante la pandemia, un país digitalizado es más resiliente a sobrellevar una crisis, en un momento dado. Otro aspecto es cómo, a través de su lectura, marca el recorrido y evolución de los usuarios digitales hacia los ciudadanos digitales, haciéndonos entender que debemos optar por tecnologías más humanas que posicionen a las personas en el centro, sin desplazarlas, para que esto genere un efecto positivo en la sociedad.
“Durante la crisis, se ha mostrado el papel esencial de las infraestructuras y servicios digitales en la vida de las personas.”
Teniendo presento esto:
En el marco de estudio del informe Sociedad Digital en Latinoamérica 2020-2021, nos preguntamos y abrimos un espacio para reflexionar sobre cuál debe ser la identidad digital de Colombia y cuál es la importancia de poder definir una identidad en esta era digital. Para ello, debemos entender lo siguiente.
¿Qué es la identidad digital?
Podemos entender esto de una forma sencilla, explicando primero que la identidad digital de un individuo es aquello que esta persona representa para la red o, en otras palabras, qué dice la red que somos para los demás. Entonces, podemos definir a nivel macro que la identidad es el conjunto de características y rasgos propios de una colectividad que la singularizan frente a los demás individuos.
Ahora veamos:
¿Por qué construir una identidad digital?
El mundo del siglo XXI avanza más rápido que nunca en materia de innovación y adopción tecnológica. Debido a la coyuntura del año 2020, el curso de la digitalización sufrió una aceleración y transformación repentina en su proceso de integración en nuestra sociedad, especialmente en aquellas áreas donde había tardado tiempo en implementarse.
Porque actualmente, como sociedad, convivimos con la tecnología en nuestro día a día, ya es parte de todos nosotros: en la casa, en el trabajo, en el transporte público, en el supermercado, etc. Tanto así que se ha hecho inherente a ciertas actividades de nuestra rutina como las actividades de interacción recreativa con familia y amigos. Y esto, para resumir la presencia de la tecnología en nuestro comportamiento social y económico.
Según datos del DANE:
“Colombia avanza en su meta de estar conectada en un 70% en 2022. Durante el año de inicio de la pandemia, el país obtuvo más de 950.000 nuevos hogares conectados a Internet.”
Entonces, en respuesta a la pregunta que nos planteamos inicialmente, definir y establecer una identidad digital sólida permitirá construir estrategias políticas, educativas y sociales que permitan a todas las personas ser partícipes de esta transformación e innovación tecnológica en cada uno de los territorios. Permitiendo mitigar riesgos que esto a su vez pueda traer en cuanto a seguridad cibernética, entre otros tantos factores y a la posible expansión de una brecha tecnológica en nuestra sociedad, en términos de alfabetización digital.
Es importante tener presente que:
En una sociedad digitalizada, uno de los mayores riesgos y peligros es la diferencia entre quienes puedan conectarse y tener acceso a las nuevas tecnologías y los que no, a su vez existen riesgos entre aquellos que tengan acceso, pero no sepan cómo utilizar las herramientas vs los que si poseen dichos conocimientos. Entender esto es importante, para evitar tener sectores que sean excluidos socialmente de los acontecimientos emergentes y que se produzca un fenómeno conocido como brecha digital.
He aquí la importancia de definir una identidad social que no deje a nadie atrás en un país que avanza hacia el futuro. Y esto será el resultado del trabajo conjunto entre el gobierno, el sector de las TIC y los sectores privados y públicos.
Pude interesarte conocer más en:
Antes de finalizar, echemos un vistazo al informe de Sociedad Digital en Latinoamérica 2020-2021 donde podremos analizar el capítulo específico para Colombia, que nos cuenta cómo se construye esta identidad digital, a través de los diferentes proyectos que se llevan a cabo en el país.
Planes y programas para impulsar la sociedad digital
Colombia tiene en marcha un gran número de planes e iniciativas para avanzar en la transformación digital del país y así aportar al cierre de la brecha digital. Por ejemplo, con el fin de asegurar la conectividad de cerca de 500.000 hogares con bajos recursos, se definió en el año 2020 el programa Hogares Conectados, que ofrecía tarifas asequibles para conexiones fijas a internet, durante períodos temporales.
Otro gran proyecto enfocado a facilitar el acceso a internet a la población colombiana es el denominado Zonas Digitales. Entre 2019 y 2020 se han desplegado 2.390 zonas digitales rurales y urbanas, para que los colombianos pudieran acceder de forma gratuita a internet, mediante sus dispositivos móviles.
También se encuentra el proyecto Centros Digitales, cuyo objetivo es la instalación de 14.475 centros digitales en las zonas rurales de los 32 departamentos del país y contribuir así a cerrar las brechas digitales existentes entre las áreas urbanas y las rurales.
Las iniciativas públicas en Colombia no solo atacan el problema de la falta de conectividad, sino que también se dirigen a otros ámbitos de igual relevancia para la transformación digital. Para impulsar la inclusión digital de personas con discapacidad auditiva se definió el programa Centro de Relevo, orientado a facilitar el uso de las nuevas tecnologías digitales a este colectivo. También el proyecto «Cine para todos», que persigue la inclusión tecnológica de las personas con discapacidad visual, auditiva o cognitiva, a la hora de acceder a contenidos audiovisuales.
En conclusión, sin importar desde qué perspectiva se piense la transformación digital de nuestro país, esta debe ser pensada desde la adopción de una identidad digital inclusiva para todos. Y es que, si hablamos de identidad digital, hablamos de conectividad, de acercar el internet a todas las personas; hablamos de educación, que permita alfabetizar a todas las personas en el uso de las nuevas tecnologías; hablamos de economía y empleabilidad, que permita a niños, jóvenes y adultos formarse en las carrearas del futuro y, por último, hablamos de políticas pensadas donde todas las personas puedan acceder de forma fácil a una alfabetización digital con propósito, sentido y contexto.