El inventor Nikola Tesla dotado de una capacidad única para entender la energía, trabajaba imparablemente por la humanidad y no para su propio beneficio, creía que sus inventos eran para ayudar a todos por encima de cualquier premio o reconocimiento.
Con su inquebrantable pasión por la electricidad, este visionario permitió el progreso de la civilización eléctrica con el poder de convertir la noche en el día, llegando a ser el responsable de los adelantos del siglo XX que proponía un sistema de luz para todos. Sistema que podía proveer electricidad económica a cientos de miles de hogares, a diferencia de la corriente continua defendida por Edison que proponía un sistema mucho más limitado para la sociedad.
Pero Tesla no sólo ayudó a marcar el comienzo de la era de la electricidad, sino que también dejó su legado proporcionando la base de muchos de los dispositivos modernos, como el control remoto, transistores y hasta el inicio de la radio.
Esta es la evidencia de que sin duda, los inventos de este científico eran tan revolucionarios que después de 73 años siguen cambiando la vida del mundo entero. Pensaron que era un científico loco, pero en realidad él quería cambiar el mundo y lo ha logrado.
La figura de Nikola Tesla trasciende todos los rincones del planeta e inspira a la sociedad a desarrollarse de manera sostenible e innovadora permitiendo el avance de próximas generaciones.
