• Varios estudios e investigaciones ponen de manifiesto que ProFuturo contribuye a reducir el absentismo y el abandono escolar, mejorar las habilidades digitales, aumentar la motivación de los estudiantes y reforzar el compromiso de las familias con la educación de sus hijos, entre otros resultados
• Entre 2016 y 2021, ha formado a más de 1,1 millones de docentes y ha beneficiado a cerca de 23,4 millones de niños en edad escolar en 40 países
• El programa de educación digital impulsado por Fundación Telefónica y Fundación ”la Caixa” celebra su sexto aniversario en pleno proceso de transformación con la mirada puesta en nuevas metas e innovaciones educativas
ProFuturo, el programa de educación digital de Fundación Telefónica y Fundación ”la Caixa” celebra su sexto aniversario dando a conocer nuevas evidencias y hallazgos de los efectos de su intervención en las comunidades donde actúa. Un conjunto de evaluaciones e investigaciones llevadas a cabo en diferentes países durante los últimos años ponen de manifiesto que el programa de educación digital de Fundación Telefónica y Fundación “la Caixa” contribuye, entre otros aspectos, a reducir el absentismo y el abandono escolar, mejorar las competencias digitales de niños y docentes, aumentar la motivación para ir a la escuela e incluso incrementar el compromiso de las familias con la educación de sus hijos.
Un informe de 2021 realizado en Filipinas por la Fundación Ayala revela que el 92 % de los estudiantes dicen tener una visión más positiva de la vida tras ser partícipes del programa ProFuturo. Otro estudio llevado a cabo en Angola reporta que se han reducido los retrasos en la llegada de los alumnos a la escuela, un claro indicador de que los recursos de ProFuturo suponen un importante aliciente para el aprendizaje de los niños.
En cuanto a los efectos de ProFuturo en el proceso de aprendizaje, las investigaciones apuntan a una mejora de las habilidades tecnológicas y digitales en competencias lectoras, aritméticas y de autoaprendizaje. Un estudio realizado en Ecuador señala una relación directa entre el interés de los niños por la lectoescritura y el uso de la tablet que proporciona el programa, concluyendo que la inserción de la tecnología, bajo ciertas condiciones, es un factor motivacional para el aprendizaje en esta competencia y en otras como la aritmética, la creatividad o la expresión oral (según hallazgos recogidos en Guatemala).
Por otra parte, hay evidencias de que el programa aumenta el compromiso de padres, madres y tutores con la enseñanza de sus hijos. Un estudio cualitativo encargado en 2021 a la Universidad Carlos III de Madrid para medir el impacto de ProFuturo en Zimbabue recoge testimonios de familias que reconocen los beneficios que el programa ha traído a sus vidas. Entre ellos, que ha supuesto cambios positivos en la dinámica familiar, cuando los propios niños comienzan a ayudar a sus mayores en la utilización de herramientas digitales, por ejemplo, o cuando los adultos se dan cuenta de la importancia de que sus hijos desarrollen habilidades tecnológicas para no quedarse atrás respecto al resto de la sociedad.
A su vez, se han encontrado hallazgos respecto a la mejora de las competencias docentes y de la transformación de las prácticas pedagógicas. Docentes encuestados en Angola aseguran tener un mayor grado de familiaridad con la tecnología. Y en Brasil se ha observado una mayor disposición a seguir formándose profesionalmente.
23,4 millones de niños, 1,1 millones de docentes y 40 países
Según los indicadores auditados por la organización a cierre de 2021, ProFuturo ha superado el millón de docentes formados en competencias digitales y ha beneficiado ya con su propuesta educativa basada en la tecnología y la innovación a 23,4 millones de niños en 40 países de Latinoamérica, el Caribe, África y Asia desde 2016.
El 14 de julio de aquel año, el presidente de Fundación Telefónica, César Alierta, y el de Fundación ”la Caixa”, Isidro Fainé, firmaron una alianza estratégica para el desarrollo conjunto de este ambicioso proyecto, que surgió con el objetivo de facilitar una educación digital de calidad en los entornos más vulnerables del mundo para promover la igualdad de oportunidades de todos los niños.
“La tecnología y la innovación educativa nos permiten dar respuesta a las necesidades de las escuelas más remotas, de los docentes con más dificultades para enseñar y de los alumnos con más barreras para acudir a clase y aprender”, asegura Magdalena Brier, directora general de ProFuturo. “Estamos orgullosos de ver cómo nuestro programa está recogiendo los frutos del trabajo llevado a cabo en estos seis años de trayectoria. Cada indicio de mejora conseguida en la calidad educativa y en las perspectivas de futuro de los niños nos impulsa a seguir trabajando para que la educación digital llegue más lejos y a más personas”, añade su directora.
El programa se implementa en 9.300 centros educativos de lugares tan diversos como la selva amazónica de Brasil, las provincias del sur y del este de Sierra Leona o los asentamientos informales de refugiados sirios en el valle de la Bekaa, en Líbano.
Nueva solución tecnológica y más innovación educativa
ProFuturo cumple seis años también en pleno proceso de transformación e innovación. Recientemente ha completado el diseño y la definición de su nueva solución tecnológica, un nuevo sistema de gestión del aprendizaje o LMS (Learning Management System) que está disponible en código abierto e incluye los componentes más vanguardistas de la educación digital.
A través de esta plataforma, el programa pone a disposición de docentes y alumnos más de 160 cursos y 2.800 horas de oferta formativa en distintos idiomas de manera gratuita. Entre estos recursos, destacan las Matemáticas ProFuturo, un aplicativo recién lanzado en abierto que, a partir de la inteligencia artificial, promueve el desarrollo de la competencia matemáticas en niños de 8 a 12 años.
Además, ProFuturo está avanzando en la aplicación de la analítica de datos a todo su ecosistema digital. Una línea de trabajo estratégica para su nuevo sistema de monitoreo y evaluación, que comenzó a implementarse en 2021 con el fin de perfeccionar el seguimiento del programa en cada contexto de intervención y poder tomar decisiones de mejora.