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La historia de Juana nos inspira, al igual que su alegría, amor por la comunidad y esperanza.

Bogotá, agosto de 2024. – Detrás de unos ojos grandes y profundos, y una sonrisa tan preciosa como tierna, se encuentra Juana Ofir Angulo León, una Bonaverense de 57 años, sencilla, carismática y alegre. Juana sueña con seguir acompañando a sus hijos en la construcción de sus vidas, valora y dedica tiempo a sus amigas, lidera y promueve actividades de voluntariado, y disfruta de sus clases de salsa los lunes por la noche.

Juana Ofir, Administradora de Empresas, fue atleta de la selección del Valle en su adolescencia, corriendo 100, 200 y 400 metros planos, mientras desarrollaba una personalidad organizada, estratégica y competitiva. Desde hace 17 años, ha sido voluntaria de la Fundación Telefónica Movistar, destacándose por motivar a otros a participar en sus actividades. En 2012, fue reconocida como una de las mejores empleadas del año por su labor en la Costa Pacífica, mejorando la calidad de vida de sus paisanos.

Para Juana, la Fundación Telefónica Movistar ha tenido un profundo significado en diferentes etapas de su vida. En Buenaventura, era una forma de mostrar a las comunidades que Movistar no solo llegaba con servicios técnicos y comerciales, sino también para apoyar a padres, profesores y alumnos en procesos educativos, combatir el trabajo infantil, y mejorar infraestructuras con pintura y dotación de materiales para las escuelas.

En Cali, su experiencia con la Fundación se amplió al demostrar que Movistar no es solo una marca, sino una empresa comprometida con el bien. Cada miembro del equipo, desde los centros de experiencia hasta los técnicos, aporta con sensibilidad para mejorar el mundo. Actualmente, Juana es pensionada de Telefónica, luego de 25 años de labor en Buenaventura y Cali en diferentes cargos. Ahora, como pensionada y líder de Cali y su área metropolitana, valora la oportunidad de devolver a la empresa todo lo que le ha dado y de demostrar que, con compromiso y dedicación, es posible prosperar en una multinacional exigente como Telefónica. Ser un buen ejemplo en las comunidades es fundamental para ella y su familia.

 

El Valor del Voluntariado

 

Juana considera que ser voluntaria durante tantos años ha sido sencillo gracias a la disponibilidad y dedicación de los voluntarios. Para ella, lo más importante y valioso es “llegar a comunidades distantes llevando esperanza, demostrando que no los hemos olvidado y que siempre estamos haciendo algo por los demás”.

Entre las actividades del voluntariado que más la han marcado, destaca la entrega de maletas educativas con ProFuturo. Aunque todas las actividades impactan a las comunidades, la entrega de estas maletas para digitalizar las clases y evitar el uso de tiza, que puede ser dañina, es una actividad que Juana lleva en el corazón.

Juana invita a otros a unirse al voluntariado con un mensaje claro: “Cuando llevamos ayudas a nuestras comunidades, de alguna manera nos ayudamos a nosotros mismos a ser mejores seres humanos y a dejar el mundo mejor de lo que lo encontramos”. Gracias al voluntariado, Juana se ha convertido en una mujer más sensible a las necesidades de los demás, comprendiendo que no siempre se trata de dinero, sino de compartir tiempo y energías. Juana ha encontrado la felicidad al hacer felices a los demás.

La historia de Juana nos inspira, al igual que su alegría, amor por la comunidad y esperanza. “Portar la camiseta de la Fundación Telefónica Movistar es demostrar a las demás empresas la importancia de devolver bienestar a las comunidades a las que llegamos con nuestros servicios. Y es mostrarles a las comunidades que cada empleado de la Fundación Telefónica Movistar es una persona sensible que valora a su comunidad”.

Juana Ofir Ángulo: La Esperanza de Ser Más Humanos
Juana Ofir Ángulo: La Esperanza de Ser Más Humanos