
La relación entre arte y tecnología ha sido objeto de reflexión y debate, especialmente a medida que la tecnología avanza y se convierte en una extensión cada vez más integral de nuestras vidas. En el marco de Voltaje 2024, el Salón de Arte y Tecnología, dos artistas colombianos, Felipe Echeverry y Lucas Tarazona, presentaron una obra que explora el vínculo entre lo biológico y lo artificial, lo físico y lo digital. A través de una colaboración que involucra el uso de residuos tecnológicos y la luz como herramienta de comunicación, su trabajo plantea importantes preguntas sobre la interconexión entre el ser humano, la naturaleza y la tecnología.
En una entrevista con Alexandra Melo, jefe de proyectos del Eje de Conocimiento y Cultura Digital de la Fundación Telefónica Movistar, los artistas compartieron su visión sobre la tecnología como medio para reconfigurar la percepción del mundo y su impacto en la sociedad, la cultura y el arte.
Residuos Tecnológicos: Reflexión y Acción
Politopografías, la obra que Felipe y Lucas presentan en Voltaje 2024, no es solo una instalación artística, sino una reflexión profunda sobre el impacto ambiental de la tecnología. Felipe, un artista multimedia, utiliza desechos tecnológicos para construir las bases físicas de la obra, mientras que Lucas, quien trabaja con medios digitales, añade una capa de luz y proyecciones interactivas. Ambos buscan generar una resonancia entre lo biológico (el ser humano y la naturaleza) y lo artificial (la tecnología y los objetos que creamos), dando lugar a lo que ellos llaman «Ecologías Digitales Activas».
Según Felipe, su enfoque no es solo estético, sino también filosófico: “Lo que buscamos es crear una resonancia entre los diferentes sistemas que componen la obra. Es una invitación a pensar en cómo interactuamos con los residuos tecnológicos, cómo los usamos y, sobre todo, cómo podemos reconfigurar la relación entre lo biológico y lo artificial”. Esta búsqueda por un equilibrio, donde lo digital y lo físico coexisten y se retroalimentan, es central en la obra de estos dos artistas.
La Interacción como Motor de Conciencia
Uno de los aspectos más interesantes de la instalación presentada por Felipe y Lucas es la interacción que permite al espectador. A través de sensores táctiles, la obra responde al contacto humano, convirtiéndose en una experiencia viva que va más allá de la observación pasiva. Esta interacción tiene como objetivo despertar una conciencia sobre el impacto de nuestras acciones, no solo en el ámbito digital, sino también en el natural.
A continuación, se podrá escuchar un fragmento de la entrevista, grabada durante la Feria Voltaje en la que Felipe habla sobre la obra.
El Futuro del Arte en la Era Digital
En una segunda parte de la entrevista, Alexandra Melo dirigió la conversación hacia un tema fundamental: el papel de la inteligencia artificial (IA) en la creación artística y los derechos de autor en un mundo digitalizado. La directora de estrategia jurídica, contenidos y marcas de Telefónica, Clara Ruipérez de Azcarate, plantea en la edición # 125 de la revista TELOS, un desafío ético sobre cómo proteger los derechos de los autores cuando las máquinas parecen ser capaces de generar obras creativas. Para Felipe y Lucas, este es un tema que atraviesa su trabajo, pero no lo ven como un conflicto, sino como una oportunidad para repensar la creatividad en su conjunto.
Felipe explica que no tiene problemas con la idea de que la IA forme parte de la creación artística: «La IA es parte de nuestra evolución, de nuestra tecnología. No creemos que todo deba ser propiedad exclusiva de un individuo, las ideas están en constante mutación. Lo importante es cómo usamos la herramienta, y cómo los humanos seguimos siendo los creadores de esas ideas, incluso si esas ideas son amplificadas o transformadas por la tecnología”.
Lucas complementa esta visión al señalar que, aunque la IA es capaz de generar contenidos, esta solo responde a las pautas que los humanos le dan: “La IA no actúa por sí sola. Necesita que el humano le dé dirección, le dé un propósito. Si bien es una herramienta poderosa, no deja de ser un medio a través del cual el ser humano continúa siendo el verdadero creador”.
Lee el artículo completo de Clara Ruipérez de Azcarate, aquí. Página 18.
El Desafío de la IA en el Arte
Los artistas coinciden en que el verdadero desafío ético no radica en la capacidad de la IA para crear, sino en cómo los humanos la utilizan. Para ellos, el problema reside en el vacío que existe cuando las herramientas de IA se usan con fines de copiar o reproducir trabajos ajenos sin la debida atribución. Lucas agrega que las plataformas que utilizan IA, como MidJourney o DALL·E, tienen restricciones para evitar la generación de contenido basado en marcas registradas o trabajos protegidos, pero también reconocen que el uso de la IA depende en última instancia de la intención del usuario.
A continuación, un fragmento de la entrevista, grabada durante la Feria Voltaje en la que Lucas habla sobre el tema.
Felipe y Lucas abogan por una visión de la tecnología que no sea alienante ni destructiva, sino integrada y armónica. Felipe sostiene que el ser humano no es nada sin sus objetos técnicos, y que la IA, aunque parezca un ente separado, es una extensión de nuestra propia evolución. “Lo importante no es temerle a la IA, sino aprender a convivir con ella”, señala Felipe. “La resistencia no es rechazarla, sino encontrar un espacio común, un espacio de coexistencia” En su colaboración artística, Felipe y Lucas no solo crean una obra que invita a la reflexión sobre el impacto de la tecnología, sino que también muestran cómo la creación colectiva entre humanos y máquinas puede dar lugar a nuevos mundos, nuevos lenguajes y nuevas posibilidades.
A través de su obra, Felipe y Lucas proponen una nueva forma de entender el arte, la tecnología y el ser humano. En su trabajo, no hay una separación entre lo digital y lo físico, lo humano y lo artificial, sino una continua resonancia que invita a los espectadores a repensar su relación con el mundo digital. La clave, según los artistas, está en la interacción consciente, en la creación de nuevas utopías que reconozcan la interconexión entre todos los elementos que conforman nuestra realidad. Así, nos invitan a mirar al futuro con una visión que, lejos de ser distópica, busca crear un mundo más armónico y colaborativo.
Esta conversación, en el contexto de Voltaje 2024, subraya la importancia de reflexionar sobre cómo la tecnología, lejos de ser un factor alienante, puede convertirse en una herramienta poderosa para el cambio social, cultural y artístico. Como ellos mismos dicen: «El arte es un puente, y la tecnología, una extensión de nuestra voluntad».