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En algún momento de nuestras vidas, todos hemos escuchado la frase: “los niños pueden ser muy crueles” y es verdad, porque no tienen filtro para hablar y tampoco saben si su manera de actuar es la correcta, esto se debe a que se encuentran en una etapa de aprendizaje, en la que reconocen sus sentimientos y emociones.

En las primeras etapas de nuestras vidas desarrollamos las habilidades emocionales y cognitivas, es decir, descubrimos y entendemos cómo comprender el mundo y sabemos cuál es la correcta forma de actuar frente a los diferentes desafíos a los que nos enfrentamos, por esto es importante una adecuada educación emocional para la formación integral de los niños y niñas. En este proceso el entorno educativo adquiere gran responsabilidad y protagonismo, ya que el aprendizaje en el aula de clase asume nuevos retos para los docentes, deben centrar su formación también en las habilidades socioemocional de los estudiantes, fomentando de esta manera su motivación, curiosidad, ganas de aprender y respeto hacia el otro, para así crear entornos de aprendizaje seguros y protectores, evitando que actos como el acoso o el bullying sean partícipes.

Con la pandemia nuestra rutina de aprendizaje migró a la virtualidad, generando nuevos desafíos para los docentes, porque debían velar por la educación y el bienestar de sus alumnos, bajo circunstancias desconocidas y nuevas para todos. Motivo por el cual, la educación emocional adquirió gran prioridad, con su implementación se motivó a los niños, niñas y adolescentes a seguir aprendiendo desde casa, los docentes enseñaron a muchos a cómo adaptarse a la nueva modalidad, cómo tener empatía con los compañeros que tenían un ritmo de aprendizaje diferente, enseñaron técnicas para manejar el estrés, y con su aporte hicieron más llevadera la incertidumbre de lo que podía ocurrir con el encierro en el que muchos se encontraban.

Una época difícil, sin duda, con grandes aprendizajes para los padres de familia, docentes y niños, ahora, con el regreso a las aulas de clase, surge nuevamente la necesidad de brindar un acompañamiento a los menores, queriendo que no sientan un cambio brusco en sus costumbres o tengan problemas al interactuar nuevamente con otras personas.

Pero el entorno educativo debe asumir constantes retos, como detectar, prevenir y actuar frente al bullying o acoso escolar, problemática en donde algunos estudiantes sufren maltratos físicos o psicológicos por parte de otros compañeros, esta situación no se presenta en un solo escenario al contrario se adapta a la situación, lo podemos ver en las clases virtuales, los pasillos del colegio, el aula de clase o al terminar la jornada escolar. Con el uso de más entornos virtuales, el acoso se trasladó al mundo digital, apareciendo así el ciberbullying, en donde los agresores se apropian del correo electrónico y las redes sociales para maltratar a sus víctimas.

Esto pone en serios riesgos a las niñas, niños o adolescentes que son víctimas, porque pueden generar aislamiento social, depresión, enfermedades físicas o, en el área educativa, bajo rendimiento académico; todo lo anterior demuestra la necesidad de formar a las nuevas generaciones en educación emocional, porque con el conocimiento de las habilidades socioemocionales los pequeños saben cómo actuar frente al acoso o bullying.

Es por esto que el rol del docente se vuelve fundamental, es el mediador de estas situaciones y el que enseña a reconocer sus emociones para identificar, detener y actuar de manera correcta frente a estas diferentes problemáticas que los pueden aquejar.

A continuación, mencionamos algunos hábitos que deben tener en cuenta los docentes para promover el bienestar emocional de los estudiantes.

1. Considerar las necesidades de cada estudiante: muchos docentes creen que sus alumnos deben adaptarse a su modelo de enseñanza y forma de ser, este es un error muy común en las aulas de clase. Lo correcto es que el maestro se preocupe desde el principio por conocer a sus estudiantes, preguntándoles cómo se sienten, permitiendo así detectar problemas a tiempo y realizar acciones que permitan mejorar su estado de ánimo, motivándolos así en su aprendizaje.

Si los estudiantes les da miedo hablar o socializas pueden apoyarse en las nuevas tecnologías y emplear, por ejemplo, pequeñas encuestas en Menti o algunos juegos lúdicos en Kahoot, lo cual permite respuestas anónimas.

2. La importancia de la retroalimentación con el estudiante: esta es fundamental para aclarar dudas y realizar un análisis rápido del ambiente que perciben los alumnos, con su implementación se genera un lazo de confianza, lo que permitirá establecer una metodología que fomente el aprendizaje emocional y cognitivo de una forma articulada.

Al aplicar correctamente la retroalimentación es posible identificar casos donde se requiera remitir a un estudiante a otra área de la institución educativa, para acompañamiento vocacional, atención emocional u otro tipo de ayuda.

3. Promueve la interacción entre tus estudiantes: uno de los aspectos más importantes que perdieron los niños y niñas por causa de la pandemia fue el contacto con sus compañeros. Por esto es primordial que los docentes fomenten esos entornos de socialización, buscando que puedan relacionarse y aprendan a reconocer la importancia de la aceptación y respeto hacia el otro. No olvidemos que sabernos relacionar con otras personas, para entablar relaciones sociales saludables, es una habilidad indispensable para todos y el aula de clase es un espacio ideal para empezar su desarrollo.

Es de vital importancia que los docentes adquieran conocimiento sobre el dominio y la enseñanza de las habilidades socioemocionales, porque les permite guiar y educar a los niños, niñas y adolescentes en la correcta manera de actuar frente a los problemas que se presentan en el día a día, haciendo que sean capaces de solucionarlos y detenerlos a tiempo, estos conocimientos permite que en conjunto sigamos construyendo una mejor sociedad, con ciudadanos que han recibido una educación integral, que les permita controlar sus emociones y actuar asertivamente en cada situación.

Con el fin de capacitar a los docentes en esta tarea, desde hace 5 años, en Fundación Telefónica Movistar venimos desarrollando el programa de Educación para la Paz, donde los orientamos en habilidades que les permitan generar sana convivencia, competencias ciudadanas y desarrollo de habilidades socioemocionales en niños y niñas; para que puedan resolver pacíficamente los conflictos que se originan en el aula de clase; a la vez que se fomenta la tolerancia, el respeto y la sana convivencia entre los alumnos.

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¿Por qué es importante la educación emocional en el aula de clase?
¿Por qué es importante la educación emocional en el aula de clase?