Hablar del confinamiento, las múltiples tareas y actividades que tuvimos que migrar a digital se ha convertido en un punto de las charlas diarias de todo el mundo: los cambios en sectores económicos, el teletrabajo, las clases virtuales y cómo superar tus propios retos, todo ‘desde casa’.
Aunque hemos intentado adaptarnos a estos nuevos entornos, la mayoría de los problemas radican no en el medio por el cual compartimos información, sino en los resultados o consecuencias que este genera; esta vez hablamos del proceso de aprendizaje de todos los niños y niñas colombianos que se ha visto afectado por la virtualidad.
Si bien, el gobierno tenía un plan para volver a las aulas de clase y reabrir escuelas e instituciones, solo el 11,6% de los estudiantes han logrado volver a sus clases con normalidad, porcentaje que corresponde a escuelas con mejores aportes económicos donde la cantidad de alumnos por salón es pequeña y disponen de la tecnología necesaria para garantizar la salud y el bienestar de los infantes.
Volver a clase sigue siendo un imposible en esta ‘nueva realidad’, pero es preferible aprovechar los espacios que se tienen, a que niños y niñas pierdan tiempo de estudio. Es por esto que profesores, tutores y padres han ido evolucionando el concepto de ‘aprendizaje en casa’ para cumplir con los mínimos necesarios de aprendizaje durante los espacios de conexión virtual que tienen los niños cada semana.
Dicho esto, hablar de educación en casa abarca una serie de procesos de aprendizaje donde los padres han logrado cubrir una parte, pero hay otro flanco que no es tan visible para ellos. Aunque se hace un esfuerzo por la educación académica, la educación integral de los niños y niñas no es la más completa.
¿Por qué hablar de educación integral?
Constitucionalmente, la primera infancia está regida por derechos que aseguren el desarrollo cognitivo, emocional y social del ser humano, desde educación primaria, atención en salud, nutrición y educación inicial, entre otros.
Sin duda, un padre que acompaña a su hijo durante clases y pasa las 24 horas del día a su lado puede garantizar su salud y estar atento de su correcta nutrición, por otro lado, al hablar de educación no solo se contempla la enseñanza de las ciencias exactas como garantías de aprendizaje, es necesario también hablar de aprendizajes sociales, emocionales, creativos y ciudadanos.
Durante la educación de primera infancia y posterior educación primaria, los niños y niñas reúnen las herramientas necesarias para afrontar los retos de su vida juvenil y adulta; la influencia de grupos sociales, entornos de interacción y contextos aleatorios son los que motivan al niño o niña a desarrollar esa parte de su educación que no encuentran en los libros de texto.
Es aquí donde el rol de los padres y el acompañamiento de los docentes tienen un papel protagónico. Actualmente, los niños y niñas no cuentan con esos espacios de motivación y encuentro social que los ayudan a avanzar en su desarrollo: no hay salones de juegos, espacios abiertos, no interactúan con sus semejantes y, sobre todo, no tienen la misma independencia de antes.
Sumado a esto, las necesidades afectivas y emocionales de los infantes poco a poco están quedando relegadas, tanto a otros miembros de la familia como a dispositivos electrónicos, por el afán de los padres de cumplir con las necesidades académicas de los niños. Gran parte de la atención está en entregar tareas escolares.
Todo se trata de enfoque
Hablar de ‘educación en casa’ se ha resumido a “ayudar a los niños a hacer las tareas”. Pero el enfoque correcto para acompañar a los infantes en un desarrollo integral de sí mismos abarca diferentes frentes de desarrollo: el físico, respecto a emociones y acciones; el cognoscitivo, respecto a memoria y hábitos; el social, respecto al desarrollo afectivo con los demás y el netamente intelectual, respecto a conocimientos adquiridos por estudio.
Aunque los jardines y escuelas contribuyen a este tipo de desarrollo, la situación actual no lo permite y la falta de compromiso o de entendimiento de los padres al respecto no ayuda mucho. De acuerdo con Johanna Eastman, pedagoga especialista en primera infancia, el problema con los tutores radica en el desconocimiento y la falta de involucramiento en los procesos de los menores.
Cuando dejamos de dar por hecho la personalidad de un niño o niña, se entiende la capacidad de entendimiento que pueden llegar a tener a una temprana edad y la evolución de sus propias decisiones, más allá de atender solo tareas académicas. Situaciones como elegir su vestimenta, su color favorito o la cena del día ayudan a darle un enfoque más personal e integral a procesos diarios que pueden vivir los infantes.
Así pueden pasar de sumar manzanas en un ejercicio de clase, a entender lo que significa compartir dichas manzanas o cuestionarse sobre el proceso de nacimiento de un árbol de manzanas. De esta forma, la creatividad, imaginación y curiosidad ayudan a conectar los diferentes aprendizajes de los niños, para orientarse hacia una educación integral.
¿Cómo motivar a un pequeño y no fallar en el intento?
Es claro que las festividades donde los niñas y niñas son el centro de atención no son iguales para todos, pasamos de llevarlos a ferias, a parques o incluso las actividades que compartían en los colegios, a buscar herramientas que nos permitan motivar y entretener al niño en casa para que aprenda. El tiempo y la dedicación que tenemos con ellos, contribuyen en el proceso donde se puede aprender y trabajar juntos, sin convertirse en un campo de batalla.
Ahora les compartimos algunos consejos que pueden ayudar a padres y madres, para involucrar actividades diarias en la rutina de los niños y niñas, para que fortalezcan su educación integral.
Un horario libre
Adriana Ornellas, profesora de Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación, afirma que es casi imposible poner un horario que se cumpla 100% para un menor, incluso los adultos tienden a saltar comidas o pausas para adelantar alguna tarea o ir a mercar, pero priorizar tiempos de fácil recordación para los niños puede ayudarlos a crear hábitos por sí mismos, sobre todo cuando tienen la autonomía de elegir las actividades de sus espacios de descanso.
Un horario asertivo
Complementa el anterior, los niños entienden cuáles son los espacios para tareas asignadas como conectarse a clase, tiempo de lectura, tiempo de hacer tareas, incluso los tiempos de las comidas. Lo importante en este proceso es no relacionar los tiempos asertivos como reglamentarios y los de descansos como recompensas, ya que aquí es donde se pierde el significado y el respeto por cada uno de estos espacios.
La regla de las 5 C
Adriana Ornellas habla de las 5C como secreto para un ambiente de desarrollo integral: contexto, creatividad, curiosidad, control y colaboración, de forma que se puedan usar cualquiera de estas 5C, tanto en las actividades escolares como en la vida cotidiana. Por otro lado, Johanna Eastman sostiene que un equilibrio entre estos elementos ayuda a cambiar un poco la perspectiva del niño o niña de forma inconsciente.
Aquí es donde pueden desarrollar independencias cortas en sus rutinas, como bañarse o vestirse, usan su creatividad no solo desde el ámbito artístico, sino en la resolución de problemas y aprenden a trabajar en equipo al buscar soluciones u opiniones de compañeros de clase o de los mismos padres.
Metas conjuntas
Nadie puede omitir el espacio asignado, si le pedimos al menor que cumpla con sus horarios, el tiempo que destinemos para ellos o para realizar nuestras actividades de trabajo o del hogar deben quedar casi a la par. Es necesario entender los espacios de concentración de los niños y adaptarnos a ellos para beneficio mutuo.
Además, es necesario que el menor identifique el porqué de lo que está haciendo, a través de metas u objetivos bien planteados por el padre, de forma que motive al niño a trabajar mejor o aprovechar de otra forma sus espacios.
¿Cómo apoyamos desde Fundación Telefónica Movistar?
Uno de nuestros objetivos en Fundación es acompañar el desarrollo de los niños y niñas, a través de herramientas fáciles de usar y que les enseñen algo desde cualquier campo. Por eso, invitamos a nuestros lectores a mantener su curiosidad y aprovechar las herramientas que podemos compartirles desde la Fundación.
Educación para la paz: un curso para docentes donde aprenden a entender la personalidad emocional de los niños y niñas, con el fin de construir espacios de confianza afectiva. Los docentes aprenden a identificar comportamientos que generan acoso escolar y hacen una intervención para modificar esa situación.
Oráculo Matemágico: es una aplicación donde pueden aprender matemáticas jugando, mientras suben de niveles y se retan con otros niños que tengan acceso al aplicativo.
Contenidos ProFuturo para niños y niñas: son herramientas de fácil consumo donde pueden aprender diferentes temas desde ciencias, matemáticas, sociedad, cuerpo humano e historia. La navegación es gratuita para usuarios Movistar.
Recordemos que, aunque todos nos estamos adaptando, finalmente este proceso de educación y tiempo de calidad nos va a permitir conectar más con los niños y niñas, entender su forma de ver el mundo y ayudar a formar los jóvenes y adultos que van a manejar el mundo del futuro.
Fuentes:
https://www.semana.com/educacion/articulo/niegan-tutela-que-exigia-regreso-inmediato-a-clases-presenciales-en-colegios/202127/
https://www.mineducacion.gov.co/primerainfancia/1739/article-177827.html https://childrens-spaces.com/es/educacion-y-formacion-integral-en-la-primera-infancia/
https://www.semana.com/educacion/articulo/como-afecta-la-cuarentena-el-cerebro-de-ninos-pequenos–colombia-coronavirus/682162/
https://www.eltiempo.com/vida/educacion/consejos-para-fortalecer-la-creatividad-de-ninos-en-casa-492142
https://www.radionacional.co/noticias/actualidad/estretegias-aprender-casa-ninos-cuarentena